En el primer artículo hablábamos de las cualidades de un buen cuidador de perros; Ahora le toca el turno a las características de una buena estancia canina.
7. Los perros no viven solo de los mimos
Muchos cuidadores de perros creen que lo más importante para dar el mejor servicio del mundo es mimar al perro. Recuerda que nuestro alquilador de cuatro patas necesita otras cosas prioritarias como el ejercicio.
8. Imprescindible experiencia y conocimiento del sector canino
Los perros son animales jerárquicos, nos guste o no, y alimentarlos en un espacio confinado al mismo tiempo puede generar discusiones. Dar golosinas o abrazar a un perro extraño en presencia del tuyo puede crear un conflicto. Así que tenga cuidado de hacer frente a esta eventualidad. Conocer el mundo canino también es importante (por ejemplo, para prevenir un golpe de calor).
9. Calidad sobre cantidad
Un cuidador de perros responsable y bueno limitará el número de perros alojados incluso en temporada alta. No recomendamos depender de personas que acojan la mayor cantidad de perros imaginables, es simplemente imposible brindar un buen servicio a todos.
10. Ignora todas las solicitudes de los clientes
Sí, puede sonar un poco grotesco, pero es cierto. La persona que busca una estancia no es un profesional del mundo canino y muchas veces no tiene muchos conocimientos sobre el tema. En este caso, puede que te pregunten tonterías o que estén completamente fuera de lugar. Es muy común que nos pidan que dejemos jugar al perro que adoptamos con nuestros padres. Sin embargo, esto no siempre es posible. Descartar el aviso en los casos en que el perro no sea muy sociable o tenga problemas de comportamiento. Un buen cuidador de perros necesita evaluar diferentes situaciones y actuar en consecuencia.
Reflexiones finales sobre el cuidador de perros
Todo lo anterior se basa en nuestra experiencia y en los comentarios que hemos recibido de los cuidadores que han seguido (o no) nuestros consejos.
Un cuidador de perros bueno y de buena reputación tratará de evitar problemas y, si alguien se presenta, trabajará para resolverlos en lugar de tirar la toalla pidiéndole al dueño que venga a buscar al perro de inmediato (por ejemplo, si el perro sufre de ansiedad por separación).
Esta reflexión busca confirmar que ser cuidador de perros no es solo “alimentar, beber y pasear” sino mucho más. Es un trabajo duro y conlleva mucha responsabilidad, ¡pero al mismo tiempo es muy gratificante!
¿Eres un cuidador de perros en La Revista Digital? Háganos saber acerca de su experiencia en los comentarios a continuación.
El artículo fue escrito por nuestros compañeros entrenadores Entre perretes adiestramiento de Valencia, España.