Cuando me gradué de la facultad de veterinaria hace una década, la fibra estaba de moda del día. Todas las dietas para perros querían que supieras sobre su contenido en fibra. Ahora la charla de proteína: “¡Dejemos el grano atrás! ¡Proteína hasta el final!” Me alegra ver que las personas se están enfocando en la importancia de la proteína, porque es importante, pero también necesitamos entender su lugar en el contexto más amplio de la dieta general de un perro. Como recordatorio, hay tres fuentes de energía en los alimentos: carbohidratos, grasas y proteínas. Al igual que los humanos, los perros son omnívoros. Están adaptados para digerir una variedad de materiales cárnicos y vegetales para obtener eficientemente su combustible. La proteína es el componente básico del cuerpo. Cuando un perro come un trozo de carne, el cuerpo descompone la proteína en sus componentes, aminoácidos, que luego se pueden volver a ensamblar en una amplia gama de moléculas y tejidos vitales. Tejido conectivo, membranas celulares, pelaje, piel, hormonas, enzimas: todos estos componentes vitales del cuerpo dependen de las proteínas.
Y por supuesto, no nos olvidemos de los músculos. Los componentes de aminoácidos del tejido muscular se descomponen constantemente, por lo que la ingesta adecuada de proteínas es fundamental no solo para desarrollar músculo, sino también para mantenerlo. Sin una ingesta adecuada de proteínas, los perros pueden desarrollar un pelaje seco, volverse anémicos y eventualmente perder masa muscular a medida que el cuerpo combate su deficiencia. ¿Cómo se relaciona esto con la comida para mascotas? Los alimentos comerciales para perros varían mucho en cuanto a su contenido de proteínas, lo que refleja el hecho de que diferentes perros tienen necesidades muy diferentes. La Asociación Estadounidense de Funcionarios de Control de Alimentos (AAFCO), una organización que establece pautas nutricionales para la industria de alimentos para mascotas, recomienda que las proteínas representen al menos el 18 % del peso seco de los alimentos para perros adultos y el 22 % para cachorros en crecimiento. Si lee las etiquetas de las bolsas (y debería hacerlo), puede ver que este número puede variar del 18 al 50 por ciento y más. Pero no es solo la cantidad de proteína lo que cuenta; La calidad de la proteína también juega un papel. La proteína se puede obtener de fuentes animales, de cereales o de productos vegetales (como la harina de soja y la harina de gluten de maíz). Las proteínas derivadas de animales (p. ej., pollo, res, cordero, pescado e incluso los subproductos más vilipendiados) generalmente se consideran fuentes de proteínas de la más alta calidad porque estas proteínas son las más fáciles de digerir y absorber.
¿Y qué sucede cuando le das un exceso de proteínas a un perro? Normalmente nada. Un cuerpo saludable puede manejar el exceso de proteínas y almacenar algunos de los componentes para obtener energía. El pensamiento actual sobre la enfermedad renal sugiere que el fósforo, más que las proteínas, es el factor impulsor dietético en la progresión de la insuficiencia renal. Dicho esto, cualquier perro con enfermedad renal debe estar bajo la supervisión de un veterinario, ya que las necesidades nutricionales varían no solo de persona a persona, sino también de la misma persona a lo largo del tiempo. No existe una dieta única para todos. Afortunadamente para nosotros, existe una amplia gama de alimentos de alta calidad que le proporcionarán a su perro la proteína adecuada que necesita para prosperar. Si necesitas orientación para elegir una dieta adecuada para tu perro favorito, ¡no olvides consultar a tu veterinario!