La diabetes ocurre en alrededor del 0.2 al 1 por ciento de la población felina general.1 Puede desarrollarse a cualquier edad, pero es más común en gatos de mediana edad a mayores y tiende a ser más común en gatos con sobrepeso. Desafortunadamente, la diabetes causada por la obesidad va en aumento entre nuestros amigos felinos, según los veterinarios. El Informe sobre el estado de la salud de las mascotas de Banfield Pet Hospital de 2016, que encontró que la diabetes felina aumentó en más del 18 % entre 2006 y 2015.2
Aunque no existe una cura conocida para la diabetes mellitus felina, la buena noticia es que los gatos con la afección pueden llevar una vida razonablemente normal si la enfermedad se diagnostica a tiempo y se trata a diario para controlarla. Este artículo analiza la diabetes felina, describe los síntomas asociados con ella y el tratamiento administrado.
Comprender la diabetes felina
Al igual que los humanos, los gatos pueden sufrir diabetes tipo 1 y tipo 2, siendo esta última, con mucho, la forma más común de la enfermedad. Los gatos machos son más propensos a la diabetes que las hembras. La enfermedad se desarrolla cuando el cuerpo ya no puede producir o usar la insulina adecuadamente. Esto evita que las células del cuerpo de un gato absorban la glucosa, lo que priva al animal de energía.
Los gatos con pancreatitis crónica y desequilibrios hormonales como el hipertiroidismo y la enfermedad de Cushing también tienen riesgo de diabetes. Para los dueños de mascotas que desean evaluar si su gato tiene sobrepeso y es potencialmente diabético, hay una manera fácil de hacerlo. Pasa las manos por el pecho de tu mascota. Deberías poder sentir pero no ver sus costillas. A continuación, mire a su mascota mientras está de pie directamente sobre ella. Su mascota debe tener algo parecido a una cintura que tira ligeramente por delante de sus caderas.
Si no se detecta o no se trata, la diabetes felina puede causar otros problemas de salud. La cetoacidosis es la más dañina de las posibles complicaciones de la diabetes. Esto sucede cuando la descomposición de las células de grasa y proteínas se vuelve tan estresante que el cuerpo de su gato se muere de hambre a pesar de que está comiendo normalmente. Los signos de cetoacidosis incluyen pérdida de apetito, debilidad o letargo, respiración anormal, deshidratación, vómitos y diarrea. Si no busca atención veterinaria inmediata para proporcionarle líquidos e insulina a su gato, la situación podría provocar la muerte.
Síntomas de la diabetes felina
El síntoma más común asociado con la diabetes felina es el aumento de la micción. Este síntoma puede no ser obvio para algunos propietarios, ya que puede ser difícil detectar un aumento en la micción en hogares con varios gatos que usan la misma caja de arena. En algunos casos, un gato puede comenzar a hacer sus necesidades fuera de su caja de arena debido a la necesidad frecuente de orinar.
Otros síntomas de la diabetes felina pueden incluir:
- aumento de la sed
- pérdida de peso
- letargo
- Disminucion del apetito
Cabe señalar que estos síntomas son similares a los que se observan con otras enfermedades felinas comunes. Tan pronto como su gato muestre cambios de comportamiento o síntomas inusuales, debe ser examinado por un veterinario.
Tratamiento de la diabetes felina
La diabetes en gatos se diagnostica mediante análisis de sangre y análisis de orina. Los gatos con diabetes tienen altos niveles de glucosa en la sangre y glucosa en la orina. Una vez que se hace un diagnóstico de diabetes, el veterinario generalmente le dará inyecciones de insulina al gato.
Curvas de insulina y glucosa para gatos
Cuando un gato comienza con insulina, se crea una curva de glucosa. Una curva de glucosa rastrea los niveles de glucosa del gato durante varias horas. El gato es llevado al veterinario por el día. El nivel de glucosa del gato se verifica primero después de que se liberan. Luego se alimenta al gato y se le administra su dosis matutina de insulina.
Luego se extrae sangre del gato durante todo el día para controlar sus niveles de glucosa. El gráfico de los niveles de glucosa ayuda al veterinario a determinar si se necesitan más acciones, como B. un ajuste de la dosis. El gato deberá acudir con regularidad a la tabla de glucosa para garantizar que no sea necesario realizar ajustes en la dosis de insulina. La mayoría de los dueños de gatos pueden inyectar insulina a su mascota diariamente en casa.
Cambia la dieta de tu gato diabético
Además de las inyecciones de insulina, es posible que deba cambiar la dieta de su gato para controlar su peso y azúcar en la sangre. Una dieta alta en fibra y carbohidratos complejos, o una dieta baja en carbohidratos y alta en proteínas puede ser útil para la condición de su gato. Es posible que su veterinario pueda recetarle a su gato una dieta.
Como ocurre con todas las enfermedades que afectan a los animales, la detección temprana y la atención veterinaria adecuada conducirán al mejor resultado posible. Una cosa que le facilitará darle a su gato la mejor atención posible es un seguro para mascotas. Saber que no tiene que preocuparse por las facturas inesperadas del veterinario para su mascota puede aliviarlo y permitirle concentrarse únicamente en el bienestar de su familiar felino.
Fuentes:
1 Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Cornell (2017, mayo). diabetes felina. Obtenido de https://www.vet.cornell.edu/departments-centers-and-institutes/cornell-feline-health-center/health-information/feline-health-topics/feline-diabetes
2 Hospital, BP (2016). Pet Health Report 2016. Obtenido de Banfeld Pet Hospital: https://www.banfield.com/Banfield/media/PDF/Downloads/soph/Banfield-State-of-Pet-Health-Report-2016.pdf