Los animales se parecen mucho a las personas en el sentido de que se apegan mucho a sus hermanos. Cuando se separan, puede ser desgarrador para ellos. Un par de hermanos perros en Los Ángeles pasaron por esas tristes circunstancias recientemente cuando terminaron en un refugio en jaulas separadas. Sus nombres son Bentley y Homer y se aman más que nada en el mundo.
Los colocaron en jaulas separadas porque, al llegar allí, uno de los miembros del personal pensó que uno de ellos estaba actuando de manera agresiva. Probablemente no lo estaba, pero suceden muchas cosas en esos refugios y puede ser un shock para un perro cuando tiene que ir allí. Estos hermanos perros terminaron allí porque la familia que pensaban que los amaba se estaba mudando y no podía llevárselos con ellos. Sé que los tiempos pueden ser difíciles para algunas familias, pero prefiero vivir en la calle que dejar a mi perro atrás. Dejar perros en refugios por una razón u otra, sin importar cuán válida pueda parecer la razón en ese momento para las personas que lo hacen, es algo muy común en estos días. Los perros son miembros de nuestra familia y nunca pensaríamos en dejar a ningún otro miembro de la familia en un refugio. ¿Correcto?
Ahora, estos dos hermanos perros se amaban tanto y necesitaban estar juntos, así que patearon sus jaulas y caminaron alrededor del área pequeña tratando de descubrir cómo volver a estar juntos. Simplemente no podían vivir el uno sin el otro y literalmente se estaban muriendo de soledad por la separación. Durante esos 118 días de agonía en el refugio, Bentley perdió 10 libras y Homer perdió 13. No querían comer y sus patas estaban cortadas y sangrando por tratar de salir de sus jaulas. Todo lo que querían era estar juntos.
Un día, una amable dama llamada Emily Ghosh, quien es la fundadora de Live Love Pet Care and Animal Rescue Services, escuchó acerca de estos hermanos perros tristes y comenzó a buscar por todas partes una familia adoptiva que los llevara a ambos para que pudieran estar juntos. . A través de amigos, conoció a un buen hombre que era dueño de un acre de propiedad en Riverside sobre la cual estaba construyendo una nueva casa. Había estado buscando un compañero para ese nuevo hogar y Emily preguntó si tal vez quisiera dos compañeros en lugar de uno solo. Y el resto es historia de los hermanos perros.
Esos horribles 118 días quedaron atrás y los dos hermanos perros viven felices en Riverside, CA, con su nuevo papá. Llevan adorables suéteres navideños y duermen en la cama de papá. Ahí es donde los perros deben dormir, ¿no crees? Nunca más serán separados y siempre serán amados ahora que tienen un hogar para siempre. Tienen un patio cercado y mucho espacio para jugar y disfrutar de la vida. Es posible que su nuevo papá haya comenzado como un padre adoptivo para estos dos hermanos perros, pero Emily está bastante segura de que han encontrado su hogar definitivo y los adoptará de forma permanente. Ahora son solo una gran familia feliz de tres que viven en ese glorioso acre bajo el sol del sur de California.
