Lo que nos pueden enseñar los árboles madres para el Día de la Madre

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Celebra el día de la madre en el bosque

metroEl otro día está sobre nosotros y creo que todos podemos estar de acuerdo en que las mamás son increíbles. Al fin y al cabo, nos traen a este mundo (que no es poca cosa), nos nutren, nos guían y nos sostienen en cada etapa de nuestra vida. En las buenas y en las malas, están ahí para apoyarnos y compartir su guía y apoyo. Y en el ajetreo de nuestras vidas ocupadas, a veces podemos perder eso de vista. ¡Es por eso que el Día de la Madre es tan importante y el Día de la Madre 2021 es la oportunidad perfecta para mostrarle a tu mamá lo amada y apreciada que es plantando un árbol para ella!

Y en este espíritu de aprecio, ampliamos nuestra noción de «madre» y volvemos nuestra mirada a otra presencia cariñosa, de apoyo y, a menudo, subestimada: los árboles madre. Según el Proyecto Árbol Madre, dirigido por la investigadora pionera Suzanne Simard, «los árboles madre son árboles grandes en un bosque que actúan como ejes centrales, apoyando la comunicación y el intercambio de nutrientes entre los árboles».

Estos humanos prehistóricos masivos se llaman «árboles madre» porque sienten parentesco, brindan recursos, comparten sabiduría, hacen sonar alarmas, apoyan redes de cientos de árboles, nutren conexiones y alianzas profundas y transmiten su legado a las generaciones futuras. ¿Suena familiar? Eso es porque lo es. Por extraño que parezca, tenemos más en común con los árboles de lo que pensamos.

Cosas asombrosas que hacen los árboles madre:

  • Use sus raíces profundas para extraer agua y compartir con plántulas de raíces poco profundas
  • Detecta señales de socorro de los árboles vecinos y responde enviándoles nutrientes,
  • Reduzca su competencia de raíz para crear libertad de movimiento para sus «niños».
  • Bombeo de azúcares y otros recursos vitales como carbono, nitrógeno y fósforo en las raíces de las plántulas jóvenes
  • Infecte las plántulas con hongos micorrícicos, llévelas al abrazo solidario de Wood Wide Web, donde hay disponible ayuda para salvar vidas, ¡y más!

Hablando de hongos,es omnipresente: Una cucharadita de suelo de bosque contiene varios kilómetros de filamentos de hongos que cubren cada partícula de suelo y se abren camino hacia pequeños nichos que las raíces de los árboles no pueden alcanzar. con su ayuda Los árboles madre pueden alimentar bosques enteros, que sirven como “nodos” esenciales en la red forestal interconectada.

Cuando los árboles madre se dañan, mueren o entran en sus años crepusculares, transmiten conscientemente sus recursos a sus hijos.. Si bien la ciencia no ha determinado exactamente cómo reconocer a sus parientes, las implicaciones son claras: al ofrecer apoyo, los árboles madre aseguran que su linaje genético pueda continuar sin obstáculos. ¡Pero los árboles madre no solo sustentan a sus propias familias inmediatas!

bosque madre arboles

La diversidad, la comunidad y la conexión son vitales para la salud de los bosques

Las alianzas entre especies son comunes —y necesario— frente a amenazas como la colonización de insectos, enfermedades, deforestación y perturbaciones relacionadas con el clima, como sequías e incendios forestales. Relaciones como la que existe entre las coníferas y los árboles de hoja caduca como el abedul y el abeto de Douglas son un ejemplo perfecto de esto. Cuando el abedul es frondoso, puede dar sombra al abeto de Douglas, pero una vez que pierde sus hojas, el abeto aprovecha la luz solar adicional. Esto puede parecer más una prueba de competencia que de cooperación, pero bajo tierra, estos viejos amigos pasan nutrientes de un lado a otro durante todo el año, compartiendo la abundancia de sus beneficios estacionales.

En condiciones más secas, los árboles madre proporcionan a sus vecinos más débiles carbono, agua y nutrientes esenciales para mantenerlos con vida.. Su presencia aumenta la supervivencia de las plántulas hasta en un 400 % y, gracias a las alianzas que fomentan, bosques enteros son más fuertes y resistentes a amenazas grandes y pequeñas. Caso en cuestión: los árboles de hoja caduca tienen hojas más anchas que absorben más agua, contienen menos resina y son menos inflamables que las coníferas. Como resultado, su presencia en bosques mixtos de hoja perenne ayuda a reducir el riesgo de incendios forestales.

Pero si hay que creerle a Darwin, todos trabajamos unos contra otros en un impulso egoísta e individualista de ganar la carrera contra el tiempo, ¿verdad? Y en la silvicultura tradicional, esta teoría se ha arraigado, afectando la forma en que vemos los árboles y cómo los manejamos. Si bien es cierto que los árboles compiten entre sí, también es cierto que trabajan juntos, formando conexiones profundas y redes intrincadas. A veces, literalmente, se apoyan unos en otros para sobrevivir, uniéndose contra amenazas grandes y pequeñas.

¿Qué podemos aprender de los árboles madre?

Los árboles madre nos recuerdan nuestra mejor naturaleza. Demuestran que la verdadera fortaleza se refleja en nuestra capacidad de ayudarnos unos a otros, y que estamos en nuestro mejor momento cuando nuestras comunidades son saludables, nuestras conexiones son sólidas y nuestros recursos se comparten equitativamente. Nos recuerdan compartir cuando tenemos más de lo que necesitamos y ayudar a aquellos que están luchando. Al igual que nuestras propias madres, desde la raíz hasta el cielo, tienen toda una vida de sabiduría e inspiración para compartir.

¿Quiere mostrar su aprecio por todas las cosas que las mamás hacen por nosotros? ¡Planta un árbol para tu mamá hoy!

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