El sistema vestibular juega el papel más importante en el mantenimiento del equilibrio en la mayoría de los mamíferos. En consecuencia, la enfermedad vestibular canina se define como una alteración repentina en el equilibrio del perro que no es de naturaleza progresiva, lo que significa que no empeora con el tiempo. Debido a que los perros mayores tienden a tener una mayor probabilidad de desarrollar una enfermedad vestibular, la afección a veces se denomina enfermedad del perro adulto.
En general, los síntomas de la enfermedad vestibular en los perros pueden parecer bastante preocupantes, sobre todo porque para los dueños de perros pueden parecer síntomas de algo aún más grave, como un derrame cerebral. Por ejemplo, un perro afectado puede sufrir una desorientación severa, ya sea incapaz o no dispuesto a levantarse y caminar. Asimismo, un perro afectado puede sufrir náuseas, lo que puede provocar vómitos. Otros síntomas posibles van desde movimientos erráticos de los ojos hasta inclinaciones de la cabeza, donde todo el cuerpo del perro se inclina en la misma dirección.
Existen numerosas explicaciones posibles para la enfermedad vestibular en los perros, por lo que es tan importante que un veterinario revise a un perro afectado lo antes posible. Algunos ejemplos son infecciones de oído, lesiones en el oído, medicamentos que son malos para el oído, tumores en sitios relevantes e incluso otras afecciones médicas. A veces, no existe una causa definitiva de la enfermedad vestibular que se pueda encontrar incluso después de que el veterinario haya revisado el historial médico del perro, revisado sus síntomas clínicos y realizado las pruebas apropiadas. Cuando eso sucede, la afección vestibular se denomina afección vestibular idiopática, lo que simplemente significa que el veterinario no está seguro de qué la está causando. Algo que también puede suceder cuando las personas reciben un golpe en su sentido del equilibrio.
¿Cómo se trata la enfermedad vestibular en perros?
En primer lugar, si los dueños de perros notan los síntomas de la enfermedad vestibular, deben llevar a su perro al veterinario lo antes posible. Esto se debe a que, como se mencionó anteriormente, los síntomas de una afección vestibular pueden parecerse mucho a los síntomas de una afección aún más grave, lo que significa que cada minuto cuenta. Un veterinario puede determinar si un perro tiene una enfermedad vestibular o algo más haciendo los controles correctos y haciendo las pruebas correctas, lo que puede tener consecuencias muy importantes para el resultado final.
Una vez que se ha confirmado que un perro tiene una enfermedad vestibular, el perro puede ser admitido en el hospital o enviado a casa, según los problemas exactos que padezca. Por ejemplo, si un perro vomita tanto que corre un grave riesgo de deshidratarse, es posible que lo lleven al hospital para que le administren líquidos por vía intravenosa. Del mismo modo, puede ser un desafío para los dueños de perros ayudar a los perros más grandes a ponerse de pie para que puedan ir al baño cuando no puedan hacerlo. En este caso, una estadía en el hospital también podría ser la mejor solución. Dicho esto, la mayoría de los perros que sufren de enfermedad vestibular deberían poder irse a casa, aunque es probable que los veterinarios le recete algo para aliviar sus náuseas y mareos, si estos son aplicables.
En casa, el dueño del perro debe controlar con cuidado y consideración la condición de su perro. Por ejemplo, no deben dejar que sus perros suban las escaleras, ya que una caída por pérdida de equilibrio puede resultar en fracturas de huesos y otras lesiones graves. Del mismo modo, los dueños de perros deben prestar mucha atención a las necesidades nutricionales y de hidratación de su perro, ya que sentir náuseas significa que su perro puede no estar tan interesado en comer.
Afortunadamente, se sabe que la mayoría de los perros se recuperan de la enfermedad vestibular en unos pocos días, lo que significa que pueden reanudar sus patrones normales en un período de tiempo relativamente corto. Sin embargo, hay casos en los que un perro tendrá síntomas persistentes debido a su condición vestibular. Por lo tanto, tiene sentido que los dueños de perros lleven a sus perros al veterinario nuevamente solo para asegurarse de que sus amados compañeros estén realmente recuperados, porque es mejor prevenir que curar en tales casos.